martes, 19 de mayo de 2009

Evolución del Precio de la Gasolina en Venezuela y Descripción de la Problemática ante un posible Aumento

Planteamiento del Problema

Descripción de la situación en estudio:
Durante las últimas dos décadas ha cobrado fuerza, tanto en los discursos oficiales de los gobiernos como en los escenarios académicos la problemática del precio de la gasolina en Venezuela. Los costos de producción de este importante derivado del petróleo al ser contrastados con los precios de venta arrojan una realidad incuestionable: la gasolina que se produce en Venezuela y que se destina al mercado local, es vendida a precios de regalo.
La empresa estatal de petróleos venezolana (PDVSA) soportó la carga de perder 8.800 millones de dólares solamente por el subsidio de la gasolina durante el año 2008 (revista Reporte, 2009), una cantidad de dinero equivalente a nuestras reservas internacionales de hace 20 años y superior a las reservas internacionales de muchos países del mundo. El precio de la gasolina venezolana expresado en dólares es de 0,04 o cuatro centavos de dólar americano por litro, es decir, según la empresa de consultoría PFC Energy (Washinton, EEUU): el más barato del planeta.
El subsidio a la gasolina ha crecido 731% entre el 2003 y el 2008, de acuerdo con los cálculos de la firma económica Ecoanalítica, que destaca que este subsidio beneficia en mayor medida a las clases de mayores ingresos, pues el 25% de la población de mayores ingresos consume casi nueve veces más gasolina que el 25% más humilde.
El subsidio a la gasolina, comparado con lo establecido en la Ley de Presupuesto de 2009, representa 7,7 veces más que lo destinado en virtud de la ley de vivienda (Bs.F. 2.466 millones), dos veces más que lo destinado a salud (Bs.F. 9.289 millones), 4,4 veces más que lo destinado a transporte y comunicaciones (Bs.F. 4.310 millones), 39,9% más que lo destinado a seguridad y defensa (Bs.F. 13.553 millones) y representa el 62% de lo destinado a educación (VEF 30.496 millones). “Este subsidio en términos generales viene a representar un poco más del 11,4% de la Ley de Presupuesto de 2009″, precisan los economistas, según Noticiero Digital del 2 de Abril de 2009.
El precio actual de venta al público de la gasolina en las estaciones es de 0,07 bolívares por litro de la versión de 91 octanos y 0,097 bolívares por la versión de 95 octanos. Mientras que el diesel tiene un precio preferencial de 0,048 bolívares por litro.
Esta situación ha devenido en distorsiones en el mercado tales como el que Venezuela pierde en promedio casi un bolívar por cada bolívar de gasolina vendida; la necesidad de aumentar los márgenes de ganancia de transportistas y expendedores de combustible para que los consumidores finales no sientan repercusión alguna. Según el ministro Rafael Ramírez, parte de la estrategia consiste en un sistema de subsidios que es aplicado por escalas, la medida ubicó el subsidio en 0,029 bolívares por litro para las bombas de gasolina y 0,0085 bolívares por litro-kilómetro recorrido para los transportistas. Los mayoristas de combustible son los únicos que quedaron al margen de los beneficios anunciados ya que el gobierno busca desaparecerlos por considerarlos innecesarios.
Otra consecuencia ha sido el aumento del contrabando de gasolina, el cual a su ves es alimentado por los vicios que genera el control de cambio, derivando en un diferencial que estimula este delito y exprime las arcas del país nacional, además de provocar escasez de combustible en algunos estados. El Estado recientemente incremento el precio del combustible en las zonas fronterizas como respuesta para prevenir el contrabando. Es por esta problemática que en esta revisión documental se plantea una discusión sobre el tema.
Justificación:
La Importancia de este trabajo radica en la posibilidad de forjarnos un criterio objetivo sobre la problemática de la gasolina y las medidas ejecutivas necesarias para dirigir al país hacia una política justa, eficaz y eficiente en materia del precio de venta al consumidor final, que le convenga a la nación para su correcto desempeño económico y salud de la economía local. Entonces la información proveniente de dicha discusión podrá ser ofrecida a la colectividad mediante medios electrónicos (blog) y debería servir de referencia para análisis más profundos en la materia, que contribuyan a una solución.
Nuestra carta magna contempla como base para la normativa legal venezolana en materia de la actividad petrolera, lo siguiente:
Artículo 302. El Estado se reserva, mediante la ley orgánica respectiva, y por razones de conveniencia nacional, la actividad petrolera y otras industrias, explotaciones, servicios y bienes de interés público y de carácter estratégico. El Estado promoverá la manufactura nacional de materias primas provenientes de la explotación de los recursos naturales no renovables, con el fin de asimilar, crear e innovar tecnologías, generar empleo y crecimiento económico, y crear riqueza y bienestar para el pueblo.
Así mismo la Ley Orgánica de Hidrocarburos, en su sección II Del comercio interior, expone:
Artículo 60. Constituyen un servicio público las actividades de suministro, almacenamiento, transporte, distribución y expendio de los productos derivados de los hidrocarburos, señalados por el Ejecutivo Nacional conforme al artículo anterior, destinados al consumo colectivo interno. El Ejecutivo Nacional, por órgano del Ministerio de Energía y Minas, fijará los precios de los productos derivados de los hidrocarburos y adoptará medidas para garantizar el suministro, la eficiencia del servicio y evitar su interrupción. En la fijación de los precios el Ejecutivo Nacional atenderá a las disposiciones de este Decreto Ley y a las previsiones que se establezcan en su Reglamento. Estos precios podrán fijarse mediante bandas o cualquier otro sistema que resulte adecuado a los fines previstos en el presente Decreto Ley, tomando en cuenta las inversiones y la rentabilidad de las mismas.
Estos artículos determinan la base legal referente a la producción de gasolina, se puede identificar el rango constitucional que se le da a la creación de riqueza y crecimiento económico que deben originarse a partir de la manufactura de productos como la gasolina. Así mismo la ley de hidrocarburos señala que la explotación de los recursos petroleros debe ser rentable. Entonces si nos remitimos estrictamente a estas premisas, es sencillo establecer que no se están cumpliendo el mandato constitucional y orgánico sobre la materia.
Sin embargo ciertas corrientes de pensamiento podrían señalar que más que rentabilizar la venta de gasolina, se está cumpliendo con el pueblo brindándole bienestar al ofrecerle la gasolina barata como una forma de servicio público prácticamente gratuito. De este modo, se tendría que contar con suficientes elementos de juicio para establecer qué es lo que realmente beneficia al ciudadano común.
Todo este cuadro obliga a analizar los distintos enfoques e ideas, causas y consecuencias que se ven involucradas sobre este tema que es materia de interés nacional pero que en recientes épocas de bonanza petrolera paso a un segundo plano y que ahora en tiempos difíciles económicamente, debe ser estudiado en forma minuciosa para tener opciones de decisión que afecten o impacten lo menos posible la economía del venezolano común.

Antecedentes:
1. Segundo Gobierno de Carlos Andrés Pérez (1989-1992)
Carlos Andrés Pérez asumió su segundo gobierno el 2 de febrero de 1989. Días después de la toma de posesión presentó "El Paquete", un programa de ajuste económico que consistía en medidas como la liberación de tasas de interés activas y pasivas hasta un 30%, incremento de tarifas de servicios públicos, eliminación de la Oficina de Régimen de Cambios Diferenciales (RECADI), aumento del salario mínimo, deflación del déficit fiscal en un 4%, liberación de precios de la gran mayoría de los productos, plan de consolidación de las zonas marginales, programa de becas alimentarias, consolidación de los ambulatorios de salud, instauración de una Comisión Presidencial para la lucha contra la pobreza, elevar cada año los derivados del petróleo en el mercado nacional con un 100% en el precio de la gasolina y un 30% en los precios del transporte público, entre muchos otros.
Al día siguiente empezó a cumplirse con lo prometido: el Banco Central de Venezuela liberó las tasas de interés, fijó las modalidades con que se financiarían las cartas de crédito del sector privado y se informó que en pocos meses comenzarían a obtenerse los fondos de un crédito stand by por $ 1.500.000.000 otorgado por el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Mientras tanto, el ministro de Energía y Minas, notificó que los precios de la gasolina se incrementarían para el 26 de febrero: Bs. 2,75 la alta y Bs. 2,55 la media. Esto provocó descontento en la población, Como consecuencia, se produjo el "Caracazo" ocurrido el 27 de febrero de 1989.
La mayoría de los resultados del "paquete" de CAP fueron desfavorables: la economía se contrajo a un 8,1%, la tasa de inflación había alcanzado a un 84,5%, las reservas internacionales se ubicaron en $ 7.411.000.000, el déficit en la balanza de pagos disminuyó y el déficit público llegó a un 1,7% del PTB (cifra por debajo de lo que se estimaba al principio).
También se logró definir con el FMI un programa que estimaba la entrega de $ 5.000.000.000 en tres años. Se acordó créditos por $ 4.000.000.000 con el BM y se consiguieron 4000.000.000 cada año con el BID.
Al principio de la década de los 90, se logró un acuerdo con la Banca acreedora, pues la deuda se redujo a un 20% y el pago de interés de la misma en un 50%.
Pero la economía creció en un 5,3%. El sector de la Banca y los Seguros superó el 23% en su crecimiento y la agricultura se halló en un 1,3%. La tasa de desempleo aumentó en un 10%, la inflación se situó en un 40,7%, se observó un exceso en la balanza global de pagos, pues las reservas aumentaban a $ 11.700.000.000.
Para el año siguiente, la economía sufrió un fuerte crecimiento del 9,2%, en el cual el sector petrolero estaba profundamente vinculado. La gestión fiscal se registró un superávit de BS. 75.000.000.000 gracias a las privatizaciones de CANTV y VIASA, pues hubo una entrada de capital de Bs. 122.000.000.000. Y en los ingresos ordinarios, un 80% era originario de la tributación petrolera.
El precio del petróleo bajó a un 16,60%. No obstante, el ingreso fiscal se compensó por el incremento de los volúmenes compensados. Los precios y volúmenes de las exportaciones no derivadas del petróleo disminuyeron y, debido a las tasas de interés positivas y una tasa de cambio devaluada, se incitó el ahorro.
Como consecuencia de ello, la balanza de pagos obtuvo buenos resultados. Al mismo tiempo, coincidieron los préstamos del BID y del BM, al igual que la inversión extrajera directa (CANTV y VIASA).
Un año más tarde, se notó un ligero mejoramiento en la población y se creía que así continuaría, pues la tasa de desempleo descendió a un 8,8% y la tasa de población empleada en el sector informal en un 40,5%. También los sueldos y salarios mejoraron y el consumo de alimentos se situó en un 20% aproximadamente.
Sin embargo, la población no captaba esa mejoría, pues el saldo seguía siendo negativo y muchas expectativas prometidas al principio de la gestión no se habían cumplido. Las cargas aún se repartían de forma desequilibrada y tampoco lograban evitarse la gran dependencia de la economía.
Después del fallido golpe de Estado del 4 de febrero -dirigido por el aquel entonces comandante Hugo Chávez-, el Presidente manifestó su deseo de modificar la política de ajuste como suspender los aumentos de gasolina hasta tanto no se fijara un criterio racional que tomara en consideración la condición de país energético que tiene Venezuela y estabilizar los precios de la "cesta básica" y de las medicinas, al igual que las tarifas de los servicios públicos.
Al final estos proyectos no se llevaron a cabo, aparte de que hubo otro fallido golpe de Estado el 27 de noviembre de ese año.
2. Gobierno de Ramón J. Velásquez (1993):
Acusado por cometer actos de corrupción, a Pérez se le fue suspendido el cargo y el tachirense Ramón J. Velásquez tomó su lugar en 1993 para regir de forma interina hasta la culminación del período de CAP. Durante su gobierno no se produjeron aumentos del precio de la gasolina, fue predominantemente un gobierno de transición donde la apertura hacia una economía de mercado se paralizó en su totalidad y, en algunos sentidos, se determinaron retrocesos hacia el conocido intervencionismo estatal.
3. Segundo Gobierno de Rafael Caldera (1994-1999):
A inicios de 1994, Rafael Caldera asumió su segundo mandato en plena crisis económica. Había propuesto lograr la modernización y competitividad de la economía como combatir la inflación, la política de austeridad en el gasto público, apertura de la economía en el marco de la reciprocidad, reactivación de los procesos productivos (sector agrícola, turismo, pequeña y mediana industria.), etc. Igualmente afirmó que nunca acudiría al FMI, promesa que fue incumplida años más tarde.
Además, a causa de la intervención del Banco Latino, el derrumbe e intervención de miles de instituciones bancarias y la fuga de capital por concepto de auxilios financieros que el Estado le otorgó a la banca, muchos ahorristas estuvieron afectados, al igual que la confianza y credibilidad de nativos y extranjeros en los banco, sumándole al grave desequilibrio en la economía del país a causa de la sustracción del dinero.
Todo lo mencionado se produjo en el mismo año en que Caldera tomó el poder.
Una gran baja de las reservas monetarias internacionales fue el resultado de esos enormes robos de dinero. Por esta razón Caldera se vio obligado a poner un control cambiario, que fue desmontado en 1996.
En ese año, empezó el empleo del programa de Estabilización y Reformas Estructurales conocido como "Agenda Venezuela", respaldada por el FMI con el objeto de estimar un aumento de la gasolina de un 500%, devaluar la moneda en casi un 100%, reponer el equilibrio macroeconómico, pisotear la inflación, etc. Éste previó aspectos como el aumento de los impuestos, la interrupción de los controles de cambio, la liberación de las tasas de interés y el orden en el gasto público.
El descenso de 1,6% del producto interno bruto (PIB), una tasa de inflación de 103,2% y una tasa de desempleo de 12,4% fueron los efectos de este programa en 1996. Este porcentaje de inflación ha sido el más alto que se ha registrado en la historia económica de Venezuela y la caída del PIB es la tercera que se reconoce de forma continua.
La Agenda Venezuela, la cual supuestamente permitiría el mejoramiento de la economía, terminó siendo una copia de las fórmulas del FMI, sin el capital humano que se necesita para dirigir un proceso autónomo de diseño y ejecución de un programa global y coherente de política económica.
Es importante mencionar que durante su gobierno se aumentó el impuesto al consumo suntuario y ventas al mayor hasta 16,5%, al igual que el precio de la gasolina entre el 500 y 600%. Del mismo modo se prolongó el proceso de privatización de los activos del Estado; se libró del régimen cambiario de manera que el mercado fuese el que instituya el valor de la divisa extranjera; se amplió el proceso de Apertura Petrolera a la inversión privada; se inició la privatización de las empresas de la Corporación Venezolana de Guayana (CVG), de las compañías eléctricas del Estado; se otorgó en concesión la construcción, mantenimiento y administración de carreteras y autopistas a empresas extranjeras, etc.
También cabe destacar que arrancó un proceso de apertura petrolera, considerada por varias personas como la introducción a la privatización del sector; no obstante se hizo realidad uniendo esfuerzos de los sectores privado, nacional e internacional, para la explotación, exploración y refinamiento del petróleo y del gas natural.
El último aumento de precio se realizó en 1996, desde entonces, el tema del alza en los precios de la gasolina se ha convertido en una cuestión tabú en Venezuela, donde se considera que el petróleo pertenece de alguna forma a todos los ciudadanos.
4. Gobierno de Hugo Chávez (1999 - Hoy):
4Venezuela, importante productor petrolero que ha visto disminuir sus ingresos en divisas por la brutal caída en la cotización del crudo, se enfrenta al dilema de aumentar los precios de la gasolina en el país, de los más baratos del mundo y que están congelados desde hace 13 años.
El presidente Hugo Chávez, anunció este año que está en estudio un aumento del precio de la gasolina, actualmente situada en 0,04 dólares por litro. Tras recordar que en sus 10 años en el poder no ha variado el precio del combustible, pese a que Venezuela es el país con mayor índice de inflación en la región, Chávez dijo que se ha llegado al punto en que “prácticamente se regala” la gasolina.
Sin embargo, los economistas consideran que el aumento en los precios tendría un impacto económico positivo muy limitado. Afirman que un incremento por sí solo en los precios de la gasolina no resolvería el problema fiscal de Venezuela, porque habría que colocarlo en los niveles internacionales, es decir cinco o diez veces por encima del actual, y eso no está planteado, esto según el economista José Guerra.
Actualmente Venezuela sufre en carne propia el desplome de los precios del petróleo. En 2008, el barril de crudo venezolano registró un precio promedio de 86,81 dólares, pero en lo que va de 2009 apenas supera los 36 dólares por barril.
Para el economista Orlando Ochoa, el precio de la gasolina está “tan desfasado que cualquier ajuste resulta de poca importancia”. En comparación con otros productos, la gasolina es lo más barato que se puede comprar en este país, lo cual crea situaciones insólitas: Un automóvil pequeño llena su tanque con 1,5 dólares, un litro de leche en caja cuesta casi dos dólares y un litro de aceite de motor para automóviles se vende por 15.
En años recientes, el número de vehículos en las principales ciudades de Venezuela se multiplicó sin control y actualmente los conductores pierden entre dos y tres horas en el congestionado tráfico de Caracas, donde igualmente los estacionamientos públicos están casi siempre llenos. En 2008, se vendieron en Venezuela, un total de 271.622 automóviles nuevos y el año anterior aproximadamente 491.000.
Según Guerra, el subsidio a la gasolina en este país se acerca a los 6.000 millones de dólares anuales. Aunque el litro de gasolina se venda a 0,04 dólares, producirlo le cuesta a la estatal PDVSA alrededor de 0,14 dólares, de acuerdo con cálculos de expertos petroleros.
En 2007, Chávez intentó aumentar el precio de la gasolina e incluso se lanzó una campaña publicitaria para explicar la medida, pero finalmente no se aplicó.
En la vida diaria, los expertos consideran que el aumento del combustible tendría sobre todo un impacto “en la estructura de los costos del transporte”. El año pasado, el oro negro representó el 90% de los ingresos por exportaciones de Venezuela, cuyo presupuesto para este año previó un barril a 60 dólares.

5. Proponen un aumento del precio de la gasolina para fortalecer las políticas sociales:
En el mes de marzo, del presente año, se efectuó una entrevista exclusiva al economista Jesús Faría, miembro de la Asociación Bolivariana de Economía Socialista (Abes) y del PSUV. Por su contenido, revelador de la postura de gobierno actual, se decidió incorporar al presente trabajo:

Faría declaró a la Agencia Bolivariana de Noticias, que “un gobierno revolucionario puede perfectamente incrementar el precio de la gasolina, pues esta sería una medida progresista que beneficiaría a la inmensa mayoría de la población pues los millardos de bolívares que se gastan para subsidiar este combustible, son recursos que perfectamente se podrían destinar al financiamiento de políticas públicas y sociales”.
En este sentido, Faría explicó: “¿Cómo ocurrirá eso y por qué? Bueno, actualmente son millardos de bolívares los que se gastan para subsidiar la gasolina y esos son recursos que perfectamente se pueden destinar al financiamiento de políticas públicas y sociales que beneficiarían a una amplísima mayoría, sobre todo a aquella que no posee recursos suficientes para adquirir este producto, es decir, los que no tienen automóviles para desplazarse”. Al respecto, comentó que mientras una persona sin vehículo, por ejemplo, gasta para viajar de Caracas a Mérida en transporte público más de 100 bolívares fuertes, una persona con vehículo particular sólo gasta lo que le cuesta llenar el tanque de su carro, unos 10 bolívares fuertes.
Al hacer referencia sobre los altos subsidios que genera el Estado para mantener el precio actual de este combustible, Faría sostuvo que al aumentar el precio, el Gobierno tendría la oportunidad de ahorrar gasolina que serviría para exportar. “Esos recursos y divisas contribuirán al incremento de las reservas internacionales y además servirán para corregir problemas de caos vehicular y controlar los efectos inflacionarios colaterales que dependen de una medida de esta naturaleza”, dijo.
Sobre este punto comentó que uno de los efectos colaterales que ocurre al subir el precio de este carburante, es el incremento de las tarifas del trasporte público, generando que los precios de los alimentos también se eleven.
Sin embargo, estos efectos pueden ser evitados con políticas de subsidios para los transportistas, que no serían tan altos como los que se gastan en el combustible, y que serían beneficiosos para toda la población.
“Perfectamente se puede establecer un subsidio para dicho sector y evitar que aumente el transporte público de forma excesiva. Fácilmente pueden emplearse figuras de subsidio para evitar ese impacto y eso podríamos hacerlo nosotros con los recursos que quedarían liberados de los subsidios a la gasolina, y en este caso, por ejemplo, el gasoil se podría mantener al margen de todos estos incrementos”, dijo Faría.
En este contexto, señaló que estas medidas facilitarán al Estado un manejo más racional de los recursos y además nos permitiría ahorrar ese bien perecedero que es la gasolina.
“Desde todo punto de vista es importante que nosotros veamos esta posibilidad de incrementar el precio, en todo caso, el balance final sería altamente positivo para el país, la población y el desarrollo de la economía nacional”, enfatizó. Sobre este punto, Faría remarcó: “Por eso nosotros sin ningún tipo de prejuicios debemos ir a la discusión de estas ideas, para que el pueblo entienda, que esto no es una medida de hambre como fue en el caso de Carlos Andrés Pérez (CAP) con El Caracazo, donde precisamente, aumentar el precio de la gasolina era para someter a mayor hambre y a mayor miseria a la población”.
“En este caso, aumentar el precio de la gasolina es una medida para fortalecer políticas sociales del Gobierno, fortalecer la situación financiera del Estado y de Petróleos de Venezuela (Pdvsa), que a su vez se traduce en beneficios para la población y en mejoras de las condiciones ambientales de transporte”, agregó.
Incremento necesario
Entre tanto, Faría también manifestó que para llevar a cabo un aumento del carburante es necesario, primero, efectuar una campaña educativa que explique de manera detallada todo lo que implica esta medida y los beneficios que generará a la población.
“Para tomar una decisión de esta naturaleza, hay que iniciar toda una campaña educativa acerca de los alcances de esta decisión. Esto significa que la sociedad de forma transitoria, organizada y orientada por el Gobierno, tiene que desarrollar una discusión en torno al precio de la gasolina para que estén sustentados en la racionalidad”, argumentó Faría y además subrayó que es necesario estudiar un precio justo del combustible, argumentado desde el punto de vista social, económico, financiero y ecológico.
“No es el momento más preciso para efectuar un aumento, sin embargo, si lo es para realizar un proceso educativo de discusión muy amplio sobre el tema y lo que implica el subsidio elevadísimo que el Estado hace para mantener su valor actual en el mercado nacional, cifra que algunos lo calculan en 5% del Producto Interno Bruto (PIB)”, remarcó Faría.

Asimismo, manifestó que en esta campaña educativa es de vital importancia detallar las diferencias entre el aumento del precio de la gasolina por parte de un gobierno de corte neoliberal, y el de uno revolucionario.De igual forma, sostuvo que es necesario aclarar que la gasolina proviene del petróleo, bien escaso, no renovable, generador de contaminación ambiental y que su uso indiscriminado genera trastornos vehiculares, especialmente en las grandes ciudades, provocando problemas de naturaleza urbanística.



Detonante social
El precio de la gasolina es un tema polémico en la sociedad venezolana, para muestra están los dramáticos sucesos del año 89, El Caracazo, que dejaron una estela de muerte y dolor en la población caraqueña y de otros sectores del país, un hecho activado precisamente con el anuncio del incremento de la gasolina. En este sentido, explicó que tras El Caracazo, en Venezuela se ha generado una resistencia generalizada por parte de la población en relación a cualquier discusión que apunte al incremento del precio de la gasolina. Consideró como injustificable que la población tuviera que pagar mayores precios de gasolina para cancelar una deuda externa, sometiéndolos al hambre y a la miseria”.

Revolución gasífera
Faría igualmente, manifestó que un aumento al precio de la gasolina favorece la transición del parque automotor a gas, como combustible para el transporte vehicular: “Hoy día la gasolina no genera el estímulo necesario para sustituirla por gas, es decir, mientras se mantenga extra barata, siempre se postergará esa decisión. Mientras que un encarecimiento de la gasolina, plantearía la necesidad de transformar el parque automotor a gas, a fin de reducir costos de transporte”, apunto.

Asimismo, explicó que la utilización del gas como combustible en sustitución de la gasolina, originaría un ambiente más puro y menos contaminado.
“Esta transición liberaría parte de la gasolina que consumimos internamente para colocarla en mercados internacionales y así obtendríamos divisas, porque tendríamos gasolina colocada a un precio muy superior al que nosotros estamos vendiendo aquí en el país”, subrayó Faría.
De igual manera, expresó que de lograrse el cambio del parque automotor a gas, se generarán nuevos puestos de trabajo directos, indirectos, permanentes y ocasionales, es decir, tendrá un impacto positivo en toda la sociedad y en el desarrollo económico.
Por todos estos motivos, Faría reafirmó que incrementar el precio de la gasolina en Venezuela sería una medida progresista que beneficiaría a la inmensa mayoría de la población, pues los recursos que actualmente se gastan para subsidiar este combustible, perfectamente pueden ser destinados al financiamiento de políticas públicas y las políticas sociales.

Formulación:
Basándonos en la problemática ya descrita, debemos ahora plantearnos las siguientes interrogantes:
· ¿El aumento de la gasolina traería como consecuencia una hiperinflación?
· ¿Es sostenible para la industria petrolera el precio actual de la gasolina?
· ¿Están dispuestos los venezolanos a asumir el costo de un incremento de la gasolina?
· ¿Existe alguna alternativa viable al aumento de la gasolina?
Objetivo General:
Establecer parámetros que promuevan soluciones sobre la problemática de la gasolina en Venezuela.

Objetivos especificos:
Identificar el impacto que sobre el IPC tendría un aumento de la gasolina.
· Determinar las consecuencias a corto y mediano plazo del precio de la gasolina para la industria petrolera.
· Conocer la opinión de los venezolanos acerca de un posible aumento de la gasolina.
· Establecer alternativas posibles para el aumento de la gasolina.

Referencias
1. ABN. Proponen un aumento del precio de la gasolina para fortalecer las políticas sociales. Recuperado el 22 de abril del 2009 en: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=83107

2. Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Gaceta Oficial Nº 5.453. 24 de marzo del (2000).
3. Ley Orgánica de Hidrocarburos. Gaceta Oficial Nº 37.323 de fecha 13 de Noviembre de 2001.
4.. Negrón, N. Chávez se enfrenta al dilema de aumentar el precio de la gasolina. Reecuperado el 21 de abril del 2009 en: http://www.eldiariodelara.com/chavez-se-enfrenta-al-dilema-de-aumentar-el-precio-de-la-gasolina/
5. Ramírez, M. Evaluación de las políticas económicas en Venezuela para el decenio de 1990. Recuperado el 22 de abril de 2009 en: http://www.monografias.com/trabajos27/politicas-economicas/politicas-economicas.shtml









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